Bersuit Vergarabat. Otras Canciones. Otra Sudestada. Zeneszám
:
Viene el olor a otra sudestada,
trae el olor a leche cortada:
se intuye un sol naciente, incipiente,
detra?s del nubarron ni se siente...
Drena como una bruma infectada,
trae explicaciones lacrimogenas,
nadie puede creer, A?Doy fe!
Si una estrella nos guaa, no se ve,
no se ve, no se ve...
Veo en un temblor de cara
paralizacion y rabia;
trae el viento otras voces-
las oas: es una sinfonaa de raaz.
Como un trueno ronco, ancestral,
del centro mismo de la tribu,
todos juntos, en una inmensa soledad.
Un abrazo tuyo no vendraa nada mal.
Remolinos de semillas, buscando tierra
para florecer.
Y yo te ofrendo esta bronca
pa' que la lleves al mar,
pa' que no lloren los maos.
Rodillas en la ciudad.
Y yo te pido esa fuerza,
toda tu cruel decision,
pa' que este suea±o partido
despierte revolucion.
Estabas aha, parada en el cordon,
con la cabeza gacha,
como pidiendo perdon.
Al otro daa estabas
en el umbral,
por el olor sabaa
que estaba todo mal.
Mire con odio al cielo
y pronto blasfeme,
porque lo que traaas era todo nuestro descarte;
nuestras pestes, pla?stico,
hedionda polucion.
Miseria.
Abortos de millones de corazones
hechos mierda.
Mientras ma?s subaas
me dio por escapar;
me fui para el techo,
no quedaba otro lugar.
Flameaba mi bandera,
blanca y celeste,
ya sin paz... ni cielo.
El paraaso se hizo peste.
Todo lo que tira?s al rao, vuelve
la polvora mojada de otro temporal.
Para nada sirve el sol,
no va a evaporizar.
Millones de litros de la?grimas.
Remolinos de semillas, buscando tierra
para florecer.
Y yo te ofrendo esta bronca
pa' que la lleves al mar,
pa' que no lloren los maos.
Rodillas en la ciudad.
Y yo te pido esa fuerza,
toda tu cruel decision,
pa' que este suea±o perdido
despierte revolucion.
Y yo te ofrendo esta bronca
pa' que la lleves al mar,
pa' que no lloren los maos.
Rendidos en la ciudad.
Otra sudestada...
Viene el olor a otra sudestada,
trae el olor a leche cortada:
se intuye un sol naciente, incipiente,
detra?s del nubarron ni se siente...
Drena como una bruma infectada,
trae explicaciones lacrimogenas,
nadie puede creer, A?Doy fe!
Si una estrella nos guaa, no se ve,
no se ve, no se ve...
Veo en un temblor de cara
paralizacion y rabia;
trae el viento otras voces-
las oas: es una sinfonaa de raaz.
Como un trueno ronco, ancestral,
del centro mismo de la tribu,
todos juntos, en una inmensa soledad.
Un abrazo tuyo no vendraa nada mal.
Remolinos de semillas, buscando tierra
para florecer.
Y yo te ofrendo esta bronca
pa' que la lleves al mar,
pa' que no lloren los maos.
Rodillas en la ciudad.
Y yo te pido esa fuerza,
toda tu cruel decision,
pa' que este suea±o partido
despierte revolucion.
Estabas aha, parada en el cordon,
con la cabeza gacha,
como pidiendo perdon.
Al otro daa estabas
en el umbral,
por el olor sabaa
que estaba todo mal.
Mire con odio al cielo
y pronto blasfeme,
porque lo que traaas era todo nuestro descarte;
nuestras pestes, pla?stico,
hedionda polucion.
Miseria.
Abortos de millones de corazones
hechos mierda.
Mientras ma?s subaas
me dio por escapar;
me fui para el techo,
no quedaba otro lugar.
Flameaba mi bandera,
blanca y celeste,
ya sin paz... ni cielo.
El paraaso se hizo peste.
Todo lo que tira?s al rao, vuelve
la polvora mojada de otro temporal.
Para nada sirve el sol,
no va a evaporizar.
Millones de litros de la?grimas.
Remolinos de semillas, buscando tierra
para florecer.
Y yo te ofrendo esta bronca
pa' que la lleves al mar,
pa' que no lloren los maos.
Rodillas en la ciudad.
Y yo te pido esa fuerza,
toda tu cruel decision,
pa' que este suea±o perdido
despierte revolucion.
Y yo te ofrendo esta bronca
pa' que la lleves al mar,
pa' que no lloren los maos.
Rendidos en la ciudad.
Otra sudestada...
Bersuit Vergarabat
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Kedvencek