Joaquin Sabina. La Canción De Los (Buenos) Borrachos. Zeneszám
Cuatro gotas
de alquitran en la voz,
siete notas
empapadas de alcohol
campanadas
en el fondo del mar,
carcajadas
que me hicieron llorar...
Con un loro
que blasfema en latin,
le hacen coro
los "sultanes del swing"
y una big band
con un trombon y bombin
de Nueva Orleans
en mi funeral.
Y ese tango
compadrito del sur
y un fandango
de gitano andaluz
y un piano
con dos copas de mas,
y unas manos
que lo sepan tocar.
Oraciones
para gente sin fe,
tentaciones
de volver a beber
el veneno
que tus labios me dan,
el obsceno
beso de la verdad.
La balada
de la casada infiel,
demasiadas
cosas por aprender,
el portero
de la Puerta del Sol,
el cartero
de tus cartas de amor,
el primero
en sacarte a bailar
un vals.
El vals
de la tristeza mas triste del mundo,
la belleza que dilapide,
la pereza de los vagabundos,
el rompecabezas que no termine.
La palabra secreta, la mano
que planta violetas en el hormigon,
la maldita cancion del verano,
la casa de citas de mi corazon.
Y el milagro del abecedario,
la tortuga que rompe a volar,
la ternura de los dinosaurios,
el aniversario de la soledad.
La liturgia de las despedidas
la bala perdida que viene por mi,
la nostalgia que amarga la huida,
la banda sonora de lo que vivi.
La cancion de los buenos
borrachos
que, de madrugada,
vuelven al hogar,
la cancion que atropella los tachos
llenos de basura de la Capital.
La cancion que se canta al oido,
la cancion que no quieres oir,
la cantamos los malos maridos
cuando, en el olvido,
pensamos en ti.
La cancion de los buenos
borrachos,
que, de madrugada.
vuelven al hogar,
la cancion que atropella los tachos
llenos de basura de la Capital.
La cancion que se canta al oido
la cancion que no supe escribir,
la cantamos los malos maridos
cuando, en el olvido,
pensamos en ti.
de alquitran en la voz,
siete notas
empapadas de alcohol
campanadas
en el fondo del mar,
carcajadas
que me hicieron llorar...
Con un loro
que blasfema en latin,
le hacen coro
los "sultanes del swing"
y una big band
con un trombon y bombin
de Nueva Orleans
en mi funeral.
Y ese tango
compadrito del sur
y un fandango
de gitano andaluz
y un piano
con dos copas de mas,
y unas manos
que lo sepan tocar.
Oraciones
para gente sin fe,
tentaciones
de volver a beber
el veneno
que tus labios me dan,
el obsceno
beso de la verdad.
La balada
de la casada infiel,
demasiadas
cosas por aprender,
el portero
de la Puerta del Sol,
el cartero
de tus cartas de amor,
el primero
en sacarte a bailar
un vals.
El vals
de la tristeza mas triste del mundo,
la belleza que dilapide,
la pereza de los vagabundos,
el rompecabezas que no termine.
La palabra secreta, la mano
que planta violetas en el hormigon,
la maldita cancion del verano,
la casa de citas de mi corazon.
Y el milagro del abecedario,
la tortuga que rompe a volar,
la ternura de los dinosaurios,
el aniversario de la soledad.
La liturgia de las despedidas
la bala perdida que viene por mi,
la nostalgia que amarga la huida,
la banda sonora de lo que vivi.
La cancion de los buenos
borrachos
que, de madrugada,
vuelven al hogar,
la cancion que atropella los tachos
llenos de basura de la Capital.
La cancion que se canta al oido,
la cancion que no quieres oir,
la cantamos los malos maridos
cuando, en el olvido,
pensamos en ti.
La cancion de los buenos
borrachos,
que, de madrugada.
vuelven al hogar,
la cancion que atropella los tachos
llenos de basura de la Capital.
La cancion que se canta al oido
la cancion que no supe escribir,
la cantamos los malos maridos
cuando, en el olvido,
pensamos en ti.
Joaquin Sabina
Joaquin Sabina