Jorge Drexler. La Luz Que Sabe Robar. Edén. Zeneszám
Poco fue lo que quedo
de su boca carmesi:
una foto en Salvador,
tres deseos de Bonfim
que el invierno desato.
Un verso sin terminar
en aquel cuarto de hotel,
no paraba de girar
la tristeza en portugues,
diez dias de carnaval.
Cruzando Avenida Italia,
haciendo dedo hasta el Chuy,
mostrando el sello en la aduana,
diecinueve sin cumplir.
Y ella que le preguntaba
donde quedaba Uruguay,
ella bailaba y bailaba
y se reia al hablar,
su acento lo desarmaba.
En la ventana sonando
el febrero de Brasil,
entrando en la madrugada
el la miraba dormir
y apenas acreditaba.
Juntaba plata en invierno,
sonaba con el Eden,
escuchaba a Joao Gilberto
y solo pensaba en volver.
Garroneaba todo el ano
para el Itapemirim,
y velaba en el armario
trofeos del Paraiso.