Silvio Rodríguez. Oh Melancolia. En El Jardín De La Noche. Zeneszám
:
En el jardin de la noche
hay una rosa, luminosa,
que me mira fijamente a los ojos,
parpadea y me quiere decir cosas,
tantas cosas que no se, que no se.
Y es cuando alargo los brazos
para llevarle mis manos tan abiertas
que casi me siento llegar con el pie.
Pero yo,
quiero ser de noche el dueno
de los ojos, de la altura,
y he de fundir la montura
para galopar mi sueno.
Volare,
tengo que domar el fuego
para cabalgar seguro
en la bestia de futuro
que me lleve a donde quiero.
En el jardin de la noche
hay una rosa, luminosa,
que me mira fijamente a los ojos,
parpadea y me quiere decir cosas,
tantas cosas que no se, que no se.
Y es cuando alargo los brazos
para llevarle mis manos tan abiertas
que casi me siento llegar...
Volare,
volare al jardin del cielo,
en un pajaro violento,
en un corredor del viento,
en un caballo de fuego.
Volare,
quiero ser de noche el dueno
de los ojos de la altura
y he de fundir la montura
para galopar mi sueno.
En el jardin de la noche
hay una rosa, luminosa,
que me mira fijamente a los ojos,
parpadea y me quiere decir cosas,
tantas cosas que no se, que no se.
Y es cuando alargo los brazos
para llevarle mis manos tan abiertas
que casi me siento llegar con el pie.
Pero yo,
quiero ser de noche el dueno
de los ojos, de la altura,
y he de fundir la montura
para galopar mi sueno.
Volare,
tengo que domar el fuego
para cabalgar seguro
en la bestia de futuro
que me lleve a donde quiero.
En el jardin de la noche
hay una rosa, luminosa,
que me mira fijamente a los ojos,
parpadea y me quiere decir cosas,
tantas cosas que no se, que no se.
Y es cuando alargo los brazos
para llevarle mis manos tan abiertas
que casi me siento llegar...
Volare,
volare al jardin del cielo,
en un pajaro violento,
en un corredor del viento,
en un caballo de fuego.
Volare,
quiero ser de noche el dueno
de los ojos de la altura
y he de fundir la montura
para galopar mi sueno.
Silvio Rodríguez
Oh Melancolia
Silvio Rodríguez
Kedvencek